Seguimiento

Cada emisor emite una señal de radio en una frecuencia diferente, aunque la potencia de dicha señal permite su búsqueda y localización por tierra tan solo a unos pocos kilómetros de distancia. Cuando las avutardas se dispersan o migran a distancias mayores, es en el necesario el uso de avionetas. Las E-24 Bonanza de la Base Aérea de Getafe (desde 2007, Base Aérea de Villanubla, Valladolid) han resultado ser idóneas para esta búsqueda aérea. Mediante una antena direccional montada extremo del ala, piloto y copiloto son capaces de localizar con gran precisión el lugar en el que se encuentra el individuo marcado con radio, lo que hace posible que los biólogos puedan seguir estudiando el comportamiento de cada uno de estos individuos en tierra.

La utilización de aviones militares, gracias al convenio de colaboración entre el CSIC y el Ejército del Aire, está permitiendo obtener resultados óptimos sobre dispersión y migraciones de las Avutardas en España. La búsqueda aérea ha permitido realizar desde 1992 varios miles de localizaciones aéreas de individuos que habían sido perdidos durante su seguimiento por tierra.

Las Avutardas adultas suelen realizar desplazamientos estacionales de hasta 250 km entre sus zonas de cría y las zonas de veraneo o invernada, siguiendo rutas de vuelo que suelen repetirse año tras año. Los individuos jóvenes también recorren cientos de kilómetros durante su etapa de dispersión juvenil, antes de establecerse definitivamente como adultos reproductores.

A la izquierda se ven ejemplos de recorrido estacional de tres machos de Madrid a lo largo de varios años de seguimiento.

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